Ya llega la noche de puntillas
galopando hacia los costados,
un ramillete de luces brilla
¡ay! ya mi amor no tiene espinas.
Un lucero de barro viene arrastrando
repleto de vientos y de tangos,
iluminando la media sombra
encendiendo el susurro del llanto.
Agua turbia que sangra los tejados
riega los campos de luna nueva,
semillas de luz la están esperando
entre juncos de plata llenos de vida.
Ya llega la noche murmurando
de entre los balcones suspira,
dos orillas la están mirando
¡ay! ya mi amor traerá el día.
J.VN - Córdoba / Enero 2011